En el marco de la especialización en Logoterapia y Análisis Existencial dictado en la Universidad Católica de Santiago del Estero, conversamos con su disertante, el Mgtr. De Los Santos Lima (UCC), para indagar sobre los fundamentos, la inquietud y la problemática que atiende esta rama de la psicología.
JPS: ¿Cómo surge la necesidad de hablar sobre Vacío Existencial”
DLSL: Surge de una necesidad real de la sociedad. Vivimos una sociedad bastante convulsionada, de muchos cambios. Y al mismo tiempo, una sociedad a la que podemos analizarla de distintos ángulos y uno de ellos es, seguramente, el vacío que existe en las relaciones humanas. Hay efectos muy concretos: suicidios, adicciones, violencia de todo tipo que expresan, de algún modo, ese vacío que, el ser humano, hoy, tiene. Nos hemos llenado de muchas cosas y, al mismo tiempo, cada vez sentimos más un vacío en el ser de nuestra vida. A raíz de esa situación real de la sociedad hemos planteado este argumento; hay muchos que, en realidad, ya han hecho este análisis.
La idea, más que un análisis, es también proponer un camino, una posibilidad para donde encaminar esta situación y es ahí donde la Logoterapia, que es una propuesta de vida y una propuesta teórica dentro de ámbito de la psicología y la filosofía, hace una propuesta interesante que trabaja, justamente, con esa capacidad inherente del ser humano que es su capacidad de trascender, su capacidad espiritual. Y abalado por la vivencia de una persona: Viktor Frankl, sobreviviente de la segunda guerra mundial y de los campos de concentración. Con su vida ha demostrado su propia teoría que consiste en “que cuando un hombre encuentra sentido en la vida es capaz de enfrentar cualquier cómo”, hacer cualquier esfuerzo; algo que lo moviliza, después, a tener que sacrificarse.
JPS: ¿Cuáles cree, Usted, que son las condiciones que se han dado para que el ser humano haya llegado a este sentimiento generalizado de vacío existencial?
DLSL: Esta muy buena esta afirmación. Es un sentimiento generalizado. Realmente. Lipovetsky lo dice: todos nos llenamos de algo pero todos sentimos un vacío de algo.
¿Cómo se ha llegado? Creo que son varias cosas las que se han dado. Una es que estamos en un momento de transición epocal y dentro de esta transición no hemos sabido encontrar el justo término entre la tecnología y la persona, entre la ideología y el eclecticismo, entre el protagonismo del género femenino y el equilibrio de las relaciones humanas entre el hombre y la mujer; es decir, hay varias cosas que están en juego en esta etapa de la historia que, todavía, no hemos sabido darle un equilibrio y es ahí donde se abre esta grieta de vacío; estamos todavía buscando una identidad de una época nueva que estamos viviendo. Con esto no quiero decir que sea negativo. Por el contrario, hay que tomar conciencia de que, justamente, es como un puente que hay que cruzar pero que, también, hay que saber cómo cruzarlo.
JPS: Me ha nombrado la segunda guerra mundial. Imagino que los distintos hitos a lo largo de la historia han ido acentuando o contribuyendo a esta sensación. Desde una visión más local, en Argentina, ¿cómo están dadas estas pautas de percepción del otro, de percepción de uno mismo?
DLSL: Se podría analizar de distintos modos y hay varios pensadores e instituciones también, como la Conferencia Episcopal Argentina, que el año pasado había sacado una carta donde hacían también un análisis de la violencia que se percibe a raíz del narcotráfico, por ejemplo.
Hay un análisis real. En Argentina, sobre todo en las grandes ciudades, tenemos miedo del otro. Vivimos con una sospecha constante: ¿en qué momento me va a tocar a mí? ¿En qué momento me van a robar, me van a asaltar? Hay como un miedo al salir a la calle. Un miedo que se percibe, que se respira; algo que hace diez, quince años atrás no lo teníamos. Es una sensación, pero es una sensación real. Las personas lo cuentan: me acaban de robar, me acaban de asaltar. Hay una sociedad convulsionada bajo ciertos aspectos. Parece un poco apocalíptico, pero es real. Hay una situación que emerge en esta sociedad por la cual todos sospechamos de todos. Si bien después podemos pasar teniendo amistades virtuales, en la vida real tenemos esta forma de convivir encerrándonos sospechando del otro.
JPS: Muchos pensadores coinciden en pilares espirituales en los que el hombre ha buscado amparo a lo largo de la historia: la religión ha sido en un momento, la política en otro. ¿Cuál cree que es ese amparo que los humanos buscamos hoy?
DLSL: Es una pregunta crucial. Hay varios relatos en este momento: está el relato tecnológico, el relato religioso y también el político.
Creo que hay que salvar dos cosas: hay que salvar la persona y hay que salvar la comunidad. Pienso que hay cuestiones qué, en estos relatos, se ponen en evidencia. Por ejemplo, la tecnología pone en evidencia la globalización. Hoy un niño puede estar conectado a través de internet a una persona en Japón, Rusia, África… Es decir: hay un concepto distinto. Y pienso que es muy positivo, solo que hay que darle contenido para que ese instrumento pueda recuperar el espíritu de la persona. Ahí está el desafío. A estas cosas que hemos construido y que, a mi entender, ha sido una verdadera evolución, ahora debemos introducirle el rostro de la persona.
De los Santos Lima es especialista en Inteligencia espiritual. Dicta talleres sobre la temática en la Universidad Católica de Córdoba.
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