Por Ernesto Picco |
Editor Revista Trazos / Becario Conicet-Unse / Docente Ucse ernesto_picco20@hotmail.com |
A mediados de mayo pasado la Justicia Federal tucumana procesó a Julio Colombres, propietario del ingenio Nuñorco, como presunto autor penalmente responsable del delito de contaminación peligrosa para la salud, previsto en el artículo 55 de la ley nacional de Residuos Peligrosos. Además, el 31 de mayo fueron citados a indagatoria los titulares de los ingenios Aguilar y La Trinidad, para dar explicaciones por el problema de la contaminación de los ríos de la Cuenca Salí-Dulce y el embalse de Río Hondo. Estas medidas, tomadas por el juez federal Mario Racedo han reinstalado en los medios la problemática de la contaminación de la Cuenca Salí-Dulce: funcionarios, abogados y empresarios de Santiago y Tucumán han empezado a desfilar en las páginas de El Liberal y el Nuevo Diario. La problemática de la contaminación de la cuenca Salí-Dulce y del embalse aparece y desaparece de la agenda de los medios locales esporádicamente. Aprovechando la nueva instalación del tema a partir de las medidas judiciales y la conmemoración del Día Mundial del Medioambiente del próximo 5 de junio, este artículo busca hacer una revisión de esta historia que es ya de larga data, utilizándolo como pretexto para realizar una reflexión sobre el periodismo ambiental. Dos observaciones preliminares. La primera es que los problemas ambientales tienen dimensiones naturales, científicas, sociales y políticas, y el periodismo ambiental aborda los mismos pudiendo poner el acento en una o varias de ellas. Estas cuatro dimensiones, sin embargo, suelen ser interdependientes, y para tener una comprensión cabal de los problemas, es necesario prestar atención a todas. La segunda tiene que ver con la cuestión de la agenda. O más bien de las agendas en plural. Los estudios comunicacionales de opinión pública y agenda setting plantean que existe una agenda de los políticos, una agenda de los ciudadanos, y una agenda de los medios, cuyos temas y sus respectivas jerarquizaciones son diferentes, pero que confluyen en determinados momentos en que la coyuntura y los juegos de poder así lo permiten. Hechas estas dos observaciones, realizaremos un repaso del origen de la problemática de la contaminación de la cuenca Salí-Dulce teniendo en cuenta sus características naturales y científicas, para luego pasar a ver, en ese contexto, como apareció el tema en la agenda de los políticos, la de los ciudadanos, y la de los medios. La contaminación del agua en la cuenca Salí – Dulce Investigaciones realizadas en los últimos años tanto por el gobierno como por organizaciones ambientales(2) , coinciden en que la cuenca Salí-Dulce es la segunda más contaminada de Argentina. Esta extensa zona hídrica nace en el extremo noroeste del país, en las sierras subandinas, y desciende hacia el sur hasta desembocar en la laguna de Mar Chiquita en la provincia de Córdoba, en el centro de la geografía Argentina. Las provincias de Salta, Catamarca, Tucumán, Santiago del Estero, y Córdoba integran la cuenca. Durante las últimas dos décadas, una veintena de ingenios e industrias citrícolas que se fueron instalando en la provincia de Tucumán cerca de zonas ribereñas, arrojaron los residuos tóxicos de su producción (tales como cachaza o vinaza) al cauce de las aguas de la cuenca. Por otra parte, se ha comprobado la existencia de metales pesados en el agua, cuyo origen se atribuye a la enorme explotación minera de la empresa La Alumbrera, ubicada en la provincia de Catamarca. Históricamente, el agua de la cuenca ha sido utilizada por miles de pobladores para consumo humano, la cría de animales de corral, y la pesca. Sin embargo, la contaminación provocada por el aumento de la actividad industrial ha producido diferentes problemas desde la mortandad de peces, hasta la aparición de enfermedades en la piel en los habitantes. El problema se evidencia groseramente entre los meses de junio y septiembre de cada año, período en el que se realiza la zafra y aumenta la actividad industrial, y en que las aguas cambian de color, tiene lugar la mortandad de peces, y se extiende un aroma nauseabundo por varios poblados. La zona en que se hace visible el impacto de manera más evidente es la ciudad santiagueña de Las Termas de Río Hondo, una localidad turística en donde se emplaza el dique El Frontal, que da lugar a un lago artificial de 33.000 hectáreas. Uno de los casos de mortandad de peces más impactantes tuvo lugar en agosto de 2010, cuando las autoridades del gobierno de la provincia de Santiago del Estero confirmaron la extracción de cinco toneladas de peces muertos atascados en las márgenes del murallón del dique. Según un informe del Comité Interjurisdiccional de Cuenca, formado en 2007, los problemas de la cuenca son diversos: a) la contaminación del embalse Río Hondo (la eutrofización afecta su calidad como fuente de agua potable, la calidad de vida de poblaciones cercanas, la sostenibilidad de una actividad turística que es importante generadora de empleo en Santiago del Estero, el funcionamiento de los componentes mecánicos de las estructuras de control y el ecosistema aguas abajo); b) la colmatación del embalse Río Hondo (reduce la capacidad del vaso) y sedimentación de sus afluentes (causa inundaciones); c) la pérdida de valores y funciones de los bañados del río Dulce; d) el cambio del funcionamiento de la laguna Mar Chiquita; e) la elevación y salinización de la freática en la llanura que circunda al embalse Río Hondo, con la consecuente probable afectación de la calidad del agua superficial y subterránea. La población y los reclamos de las organizaciones ciudadanas Una problemática ambiental de esta envergadura ha provocado, como ocurre en muchas partes del mundo, la respuesta de la población y su organización en agrupaciones que denuncian la problemática, y gestionan y reclaman acciones para el cambio. En una entrevista realizada para este trabajo, Norberto Costa, integrante de la organización Movida Ambiental, explicó: “El problema de la cuenca viene de hace muchos años. Siempre hubo problemas en la época de zafra, en la que nos tiraban cachaza y vinaza. Esto provocaba que un par de meses se ponga verde el agua y haya olor a gamexane, y después desaparecía. Pero después se empieza a poner grave con la mortandad de peces hace unos nueve o diez años y ahí ya empiezan a hacerse un montón de reclamos, causas judiciales presentadas, y se empieza a organizar la gente”. La visibilización de problemas impactantes como la mortandad masiva de peces en distintos puntos de la geografía, pero especialmente en el lago de Las Termas, provocó la primera manifestación de gran convocatoria, que se realizó el 5 de octubre de 2005. Ese día, alrededor de 5.000 personas se reunieron en un terraplén junto al lago y formaron la palabra S.O.S., que fue fotografiada desde el aire por el artista plástico Antonio Coria. De la manifestación participaron vecinos, estudiantes, y hasta funcionarios provinciales. La imagen recorrió los medios provinciales y nacionales, y fue expuesta por Coria en diferentes exposiciones artísticas alrededor del mundo. El encuentro sirvió para que muchos pobladores comenzaran a reunirse y discutir sobre la situación. Al año siguiente, cuando la escena de muerte volvió a repetirse, se formó una caravana organizada por escuelas y vecinos que se realizó desde Las Termas hasta la Casa de Gobierno de la provincia de Tucumán, reclamando por acciones de control del Estado sobre las empresas contaminantes. En un tercer momento, empezaron a conformarse agrupaciones como Movida Ambiental, Tinkunaku, o Vecinos Ambientalistas Autoconvocados, que pusieron en marcha protestas más duras. Entre 2006 y 2009 se realizaron sucesivos cortes de la Ruta Nacional N° 9, que une las provincias de Santiago del Estero y Tucumán, en los que se interrumpía el tránsito durante varias horas para que se conozca el reclamo, desplegando banderas, cantando consignas y repartiendo folletos. En varias oportunidades, se cortaron también en las localidades de La Banda y El Charco las vías del tren a través del cual la minera La Alumbrera transporta sus productos. Las manifestaciones llevaron a que los gobiernos provinciales y el gobierno nacional pusieran su mirada en la problemática y se creara un Comité Interjurisdiccional de Cuenca para que un organismo estatal integrado por funcionarios nacionales y de las cinco provincias involucradas se dedicara exclusivamente al estudio del problema de la contaminación y a trazar un plan de gestión ambiental de los recursos hídricos de la región. Para Norberto Costa, la acción de las organizaciones fue central para que el gobierno pusiera la mirada sobre esta problemática: “De alguna manera las acciones del gobierno fueron impulsadas por el reclamo de las organizaciones sociales. Eso fue a instancias de lo que la gente reclamaba. El temor del gobierno nacional era que se armara otro Gualeguaychú en Las Termas(3). Por eso vinieron a hacer esos anuncios pero en realidad fueron fuegos de artificios, y todavía seguimos luchando por soluciones concretas y reales”. En abril de 2007 se realizó en Las Termas un plenario ambiental interprovincial, al que concurrieron vecinos y miembros de organizaciones de las cinco provincias afectados, y ahí se comenzó a conformar la Asamblea Socioambiental del NOA. Desde esta organización se comenzaron a entablar vínculos con otras agrupaciones ambientalistas del país, con las que se formó en 2008 la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC), que articula las manifestaciones, las actividades y los reclamos por las problemáticas de las diferentes zonas geográficas argentinas. Según se define a sí misma, la UAC es un espacio de intercambio, discusión y acción conformado por asambleas, grupos de vecinos autoconvocados, organizaciones autónomas no partidarias ni vinculadas al aparato estatal y ciudadanos en general reunidos en defensa de los bienes comunes, la salud y la autodeterminación de los pueblos […] con el propósito de articular y potenciar las diferentes luchas que en los últimos años han emergido en todo el país para repudiar el avance sistemático de los emprendimientos destructivos, y con la convicción de que la Consulta Popular y la autodeterminación de nuestras comunidades es la única vía para logar un modelo de desarrollo regional sustentable, respetuoso del ecosistema, de las economías regionales y las culturas e identidades locales. (4) La UAC se reúne periódicamente en distintos lugares del país y organiza y apoya manifestaciones ambientales en las diversas luchas locales de la vasta geografía nacional. El último plenario nacional de la UAC se realizó en agosto pasado en la ciudad de Santiago del Estero. La agenda de los políticos y los tomadores de decisión El agravamiento de la problemática y la aparición y articulación de las organizaciones a nivel regional y nacional obligó a acelerar la participación de los funcionarios y tomadores de decisiones y causó la introducción y jerarquización del problema de la contaminación en la agenda política. Es importante señalar que se trata de una situación en la que los representantes de los distintos niveles del Estado tuvieron participación y vinculación diferente. A nivel municipal, muchos intendentes y concejales apoyaron o al menos no descalificaron la acción de los movimientos sociales. Los gobiernos provinciales, mientras tanto, tenían papeles diferentes. Santiago del Estero, por estar aguas abajo, es la más perjudicada por esta problemática, y prácticamente no tiene responsabilidad en las causas del problema de contaminación. Por ello, en muchas ocasiones el gobierno santiagueño adhirió a los reclamos, achacando la responsabilidad del problema al gobierno tucumano, ya que en esa provincia está asentada la mayoría de las industrias contaminantes. El resto de las provincias que no formaban parte del eje de la problemática, siguieron las directivas del gobierno nacional, que debió intervenir atendiendo a los reclamos y creando en 2007 un Comité Interjurisdiccional de Cuenca, con sede en Santiago del Estero, como órgano permanente de control y gestión ambiental, integrado por funcionarios nacionales, y de las cinco provincias que integran la cuenca. Desde el gobierno nacional se implementó, además, un Plan de Reconversión Industrial (PRI) que ponía a las empresas un tope de emisión de residuos, y les otorgaba créditos blandos para invertir en tecnología verde, es decir, para instalar filtros y plantas de tratamiento de efluentes, para reducir el impacto ambiental. La implementación de estas políticas, sin embargo, ha recibido muchas críticas desde las organizaciones sociales a la hora de su efectiva puesta en práctica. Muchas de estas críticas cayeron sobre los topes de emisión de efluentes consignados en el PRI. Por otra parte, las organizaciones sociales señalan con frecuencia que a algunas empresas les resulta más barato pagar una multa por incumplir con los límites de emisión de residuos, que invertir en tecnología verde. La sucesión de multas, que tuvo lugar en algunos ingenios tucumanos, llevó a la clausura de alguno de ellos. Muchas críticas de las organizaciones cayeron también sobre los tomadores de decisiones de los poderes Ejecutivo y Judicial. Sobre los primeros, porque las clausuras eran rápidamente levantadas luego de que los empresarios presentaban planes de inversión que no eran cumplidos, y sobre los segundos, porque muchas denuncias judiciales presentadas por las organizaciones contra los titulares de las empresas, sufrían delaciones y no prosperaban en los Tribunales provinciales y federales. La cobertura periodística y el rol de los medios El papel que cumplen los periodistas y los medios de comunicación masiva en el marco de las luchas de las organizaciones sociales y su relación con el Estado, las empresas, y los tomadores de decisión, es cambiante. Es sabido por periodistas, científicos y miembros de organizaciones sociales, que es difícil introducir la temática ambiental en lugares destacados de las páginas de los periódicos o en las grillas de los noticieros. Más cuando el problema es como el de la cuenca Salí-Dulce, con el que la sociedad ha convivido durante muchos años, y cuyos efectos se hacen visibles solamente en algunos meses del año. Ante la pregunta de cuándo es noticia el problema ambiental, hay que decir que la respuesta es doble. En primer lugar, cuando ocurre un evento de impacto, como la mortandad de peces, o los cortes de ruta. En segundo lugar, cuando la noticia se genera a partir de la propia iniciativa o inquietud del medio de comunicación. Los eventos de impacto siempre ofrecen la posibilidad de escribir noticias rimbombantes y obtener buenas fotografías que vendan el diario. Cada año el problema de la cuenca Salí – Dulce vuelve a entrar en la agenda cuando comienza la zafra y aparecen los peces muertos. Lo mismo ha ocurrido en alguna oportunidad con los cortes de ruta y las manifestaciones, que normalmente suelen reunir a muchas personas y afectar a la población que circula, por lo que se vuelve una noticia relevante. De esta manera, la aparición de mortandad de peces y los cortes de rutas y vías del tren normalmente han tenido mucho destaque, ubicando páginas importantes en las secciones de política o información general, y en ocasiones en la tapa de los diarios locales. Sin embargo, es en este punto donde aparece la primera necesidad de autocrítica. Señala Norberto Costa que “Lo que nosotros queremos con este tipo de manifestaciones es que la gente se vaya enterando de nuestra visión de los conflictos, pero lo que pasa es que los medios masivos más importantes no cubren el tema en profundidad. Por ahí se hacía un corte y se publicó que se hizo un corte, duró tanto tiempo, y se cuenta que los vehículos no podían pasar, pero no se iba a las causas de qué era lo que estaba sucediendo, ni de por qué la gente hacía eso”. Por su parte, Ana Elena Loto, concejal de la ciudad de Las Termas, que fue entrevistada también para este trabajo, explica que “La falta de memoria del pueblo es constante. Pasan muy rápido los estadios de interés y cuando aparecen nuevamente casos de mortandades grandes la prensa la cubre, el tema toma estado público y luego se desvanece. Es un ciclo reiterativo y no perduran en el tiempo los reclamos ni un análisis serio del problema”. En otros casos ocurre que la noticia no es publicada por la aparición de un hecho de impacto, sino porque es generada por el propio medio de comunicación. Aquí nos sirven de ejemplo trabajos periodísticos desarrollados por el diario El Liberal, que llevó adelante varias iniciativas cuando estaban dadas las condiciones de posibilidad para ello. Algunas de carácter simbólico, y otras más específicas y profundas, pero siempre con el objetivo de instalar el tema ambiental en la sociedad. Sirven para el caso dos ejemplos. Entre octubre y noviembre de 2006, el diario El Liberal realizó una convocatoria en las escuelas santiagueñas para que los estudiantes escribieran cartas al gobernador de la provincia de Tucumán, José Alperovich, solicitándole su cooperación para controlar a las industrias de su provincia y así frenar el impacto de la contaminación en las aguas de la cuenca. Durante varias semanas, la campaña permitió publicar noticias sobre la llegada de las cartas y la publicación de muchas de ellas. Finalmente, el 7 de noviembre de 2006, más de 3000 cartas fueron llevadas desde Santiago del Estero hasta Tucumán por una delegación de trabajadores del diario, y fueron entregadas en la Casa de Gobierno, generando en torno a la campaña un importante despliegue mediático de la prensa de varias provincias y a nivel nacional. Otro ejemplo importante de este tipo de iniciativas es una serie de notas realizadas en enero de 2009, en las que, a raíz de falta de disponibilidad de datos científicos sobre la contaminación, un equipo periodístico de El Liberal, conjuntamente con integrantes de Univec, una organización ambientalista de la provincia de Tucumán, realizó un recorrido por las dos provincias tomando muestras de agua de cuatro ríos de la cuenca. Las muestras fueron analizadas en el departamento de Sanidad Ambiental del Ministerio de Salud de Santiago del Estero y se comprobó que el agua tenía altos niveles de metales pesados como plomo y cadmio. La realización de estas campañas y su cobertura noticiosa permite instalar una problemática ambiental independientemente de los imponderables y los hechos de alto impacto. Sin embargo, estas iniciativas se ven condicionadas por los potenciales conflictos de interés de las empresas mediáticas. Valga también para este punto tomar dos ejemplos. El primero de ellos está vinculado a la orientación de las causas del problema. Después de 2009, la crítica de los medios se dirigió expresamente a las empresas tucumanas y no a la minería, que tiene especial relevancia en este fenómeno. Es cierto que es menos conflictivo denunciar a pequeñas empresas provinciales tucumanas, que a una gigantesca multinacional como La Alumbrera, propiedad de la Barrick-Gold. El segundo ejemplo tiene que ver con el menor espacio dedicado al reclamo y a la protesta de las organizaciones sociales que empezó a darse en el último tiempo. Por ejemplo, el plenario de la Unión de Asambleas Ciudadanas realizado en agosto de 2010 en Santiago del Estero, que duró tres días y contó con la presencia de cientos de representantes de organizaciones de todo el país, tuvo escasa o nula cobertura de la prensa. Conflictos de intereses y márgenes de maniobra La cobertura mediática de los problemas ambientales demanda una tarea que pendula entre el periodismo científico y el periodismo social. Los periodistas deben estar formados para informar con claridad las causas y consecuencias de lo que ocurre en la naturaleza y los efectos producidos por la actividad del hombre, pero ello no puede hacerse sin atender a las demandas, planteos, y alternativas que presentan las personas afectadas, y que muchas veces se encuentran nucleadas en las organizaciones sociales. La presencia de las ONGs y agrupaciones ambientalistas en las calles, sumada al importante impulso que los medios de comunicación locales le han dado a este tema, ha servido como presión para insertar el tema en la agenda de los políticos. En el ámbito local es, además, un tema del que puede escribirse sin restricciones porque los responsables del problema parecen estar fuera. Escribir sobre la contaminación de la cuenca Salí-Dulce pone en la mira las acciones de empresarios y funcionarios tucumanos, y no toca intereses de actores locales que puedan tener responsabilidad en las causas de la contaminación. Este contexto favorable para escribir sin entrar en conflictos de intereses ha sido bien aprovechado por los medios locales, y ha tenido efectos positivos en la esfera pública, en cuanto la insistencia de las notas periodísticas han motivado acciones políticas y judiciales para combatir el problema. Referencias 1- Este artículo es una versión actualizada y adaptada de la presentación realizada por el autor en el seminario regional, “Periodismo, medioambiente y desarrollo, en La Habana, Cuba, en noviembre de 2010. |