Por Juan Leopoldo Ramos |
Psicólogo. Coordinador de Acreditación Licenciatura en Psicología de la Facultad de Cs. de la Educación – juan.ramos@ucse.edu.ar |
Los procesos de evaluación y acreditación universitaria comienzan con la sanción de la ley nacional de educación superior N° 24.521 del 20 de julio de 1995. En su artículo 43 esta ley establece: “Cuando se trate de títulos correspondientes a profesiones reguladas por el Estado, cuyo ejercicio pudiera comprometer el interés público poniendo en riesgo de modo directo la salud, la seguridad, los derechos, los bienes o la formación de los habitantes, se requerirá que se respeten, además de la carga horaria a la que hace referencia el artículo anterior, los siguientes requisitos: a) Los planes de estudio deberán tener en cuenta los contenidos curriculares básicos y los criterios sobre intensidad de la formación práctica que establezca el Ministerio de Cultura y Educación, en acuerdo con el Consejo de Universidades; b) Las carreras respectivas deberán ser acreditadas periódicamente por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria o por entidades privadas constituidas con ese fin debidamente reconocidas. El Ministerio de Cultura y Educación determinará con criterio restrictivo, en acuerdo con el Consejo de Universidades, la nómina de tales títulos, así como las actividades profesionales reservadas exclusivamente para ellos.” Dado que acreditar significa, según el diccionario de la RAE, “hacer digno de crédito algo, probar su certeza o realidad”, “afamar, dar crédito o reputación”, “dar seguridad de que alguien o algo es lo que representa o parece”, cuando decimos “acreditar la carrera” estamos hablando de un proceso por el que la carrera debe pasar para lograr el crédito de que hace aquello que representa y dice que hace. Para nuestro caso, formar a personas que realicen las actividades reservadas al título de Licenciado en Psicología. Retrayéndonos sobre el marco general de los procesos de acreditación podemos ver que el concepto de acreditación de carrera traza un horizonte de competencia al efecto buscado y competitividad interna y externa en tanto intenta impactar en la calidad de la formación universitaria de grado, en este caso; puesto que también deben acreditarse carreras de posgrado, así como tampoco olvidemos que hay evaluación externa para las universidades, en otro plano más de búsqueda de mejora de la calidad de formación de la educación superior universitaria en el país. Sin embargo, volviendo específicamente a las carreras de psicología, el proceso de acreditación se remonta mucho más atrás en el tiempo. En el marco de una conciencia de la progresión de estos procesos y su medida para el crédito de las carreras de grado, desde 2002 hasta 2007 se realizaron reuniones en las que se convocaron a representantes, coordinadores y decanos, de carreras de psicología de universidades públicas y privadas nucleadas en torno a AUAPSI (Asociación de Unidades Académicas de Psicología de Universidades de Gestión Estatal) y UVAPSI (Unidad de Vinculación Académica de Psicología de Universidades de Gestión Privada), respectivamente. En estas reuniones se discutieron los elementos previstos en los artículos 42, 23 y 46 inc. B de la mencionada ley, tales como: contenidos curriculares básicos, carga horaria mínima, criterios sobre la intensidad de la formación práctica, y estándares para la acreditación (organizados en seis puntos: contexto institucional, formación y plan de estudios, cuerpo académico, estudiantes y graduados, personal de apoyo, infraestructura, equipamiento y recursos presupuestarios). En cambio las actividades profesionales reservadas al título estuvieron determinadas con criterio restrictivo por el Ministerio de Cultura y Educación en acuerdo con el Consejo de Universidades; quedando exentas de definición al interior de cada carrera, como sí ocurre con las otras dimensiones mencionadas. En el año 2004, la Res. Min. 136/04 aprobó la incorporación a la nómina del art. 43 de la ley 24.521 a los títulos de licenciado en psicología y psicólogo. En el año 2007, se elaboró y presentó al Ministerio de Educación el documento producto de las reuniones mantenidas entre 2002 y 2007 por representantes de las carreras de psicología de universidades públicas y privadas. En 2009, el Ministerio de Educación mediante Resolución 343/09 estableció la aprobación de aquellos elementos discutidos, aprobados y presentados al Ministerio en un documento final por parte AUAPSI y UVAPSI. Esta presentación conjunta contó por el lado de AUAPSI con aportes realizados por la Federación de Psicólogos de la República Argentina (FEPRA) e informes relevados por las Secretarías Académicas de las distintas unidades académicas, en consulta con los actores involucrados. Contó asimismo con el asesoramiento de la Dirección Nacional de Gestión Universitaria de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación. Y por el lado de UVAPSI, se contó con documentos regionales e internacionales sobre estándares y convergencias de los sistemas de educación superior, tales como los producidos por la Red de Carreras de Psicología del Mercosur, la Unión Latinoamericana de Psicología (ULAPSI) y el Proceso de Bologna sobre la Convergencia de los Sistemas de Enseñanza Superior, así como los documentos sobre estándares elaborados por otras carreras incluidas en el artículo 43 de la LES, ya elevados a la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación. Asimismo, esta Res. Min. 343/09 en su art. 4 estableció un plazo máximo de doce meses para que los establecimientos universitarios adecuaran sus carreras de grado de Psicología y Licenciatura en Psicología a las disposiciones aprobadas en esta misma resolución, aclarando que significaba este un plazo de convocatoria voluntaria que una vez cumplido, daría lugar a la convocatoria obligatoria. En la UCSE, desde las primeras reuniones AUAPSI-UVAPSI, la Lic. Estela Madías de Barrio, coordinadora de la carrera desde 2003 a 2011, informó a docentes y alumnos al respecto y organizó comisiones de trabajo, entre las cuales, recibí la invitación a participar primero como alumno y luego ya como profesional, tanto en comisión curricular como luego en comisión de acreditación. Lo que allí realizábamos era pensar el nuevo plan de estudios de la carrera. Un nuevo plan que vendría a tomar una doble posta: la de resolver la suma de problemas, deficiencias, puntos bajos, déficits que demostró un plan implementado por primera vez –no debemos olvidar que el plan de estudios 1995 de la licenciatura en psicología de la UCSE fue el primero de la misma–, y por otro lado, la de incorporar en el nuevo plan las cinco dimensiones plasmadas en los anexos de la Res. Min. 343/09 que establecía las coordenadas entre las que deberían moverse en adelante las carreras de psicología. Estas aspiraciones debían darse con un plazo definido, a saber, a junio de 2010 debían ya haberse adecuado los planes de estudio a esta nueva realidad, para quienes voluntariamente ingresarían a la convocatoria a acreditación –que no dejemos de remarcar que no sólo es la primera para carreras de psicología sino también la primera de las ciencias sociales o humanas en toda la historia de este proceso desde 1995, aunque en la rama de carreras de la salud ya se había acreditado medicina, siendo la primera de todas. Esta triple novedad: primer cambio de plan en psicología en la UCSE, primera acreditación de psicología en el país, primera acreditación de una carrera humanista o social, trajo aparejada una serie de desajustes en esa comodidad que había para todos los sectores: gestión, docentes, estudiantes, personal de apoyo, infraestructura y equipamiento, etc. Una senda de displacer, un forzamiento de abandono de la regulación ordenada y rutinaria para incursionar en lo rutilante, en lo movedizo, en lo novedoso de un cambio de plan de estudios y de una acreditación. El cambio de plan significó una serie de discusiones internas y externas a la Sede Santiago del Estero de Licenciatura en Psicología de la UCSE. Con esto decimos, recordamos que esta carrera también es dictada en el Departamento Académico San Salvador de Jujuy y en el Departamento Académico Rafaela. Al interior de las Sedes hubo un trabajo arduo de elaboración de los anexos de la Res. Min. 343/09 que luego se duplicó al salir al cruce de los modos en que estas dimensiones, con sus márgenes y sus posibilidades permitían a la hora de gestionar un plan de estudios para psicología. El adjetivo “arduo” es pertinente porque pudimos atravesar la experiencia de la discusión de un plan en ciernes poniendo en diálogo las diversas cosmovisiones, epistemologías, formaciones teóricas, realidades sociales, históricas y económicas de cada una de las tres sedes. Lo que antes que nada, enriqueció la gestación del nuevo plan. Con estas saludables disparidades se discutió, elaboró, reelaboró, acordó y aprobó el Plan de Estudios 2010 de la Licenciatura en Psicología de la UCSE. Los contenidos curriculares básicos representan el anexo 1 en el que se aborda qué contenidos deben ser abordados en cada uno de los tres ciclos de formación: Básica, General y Complementaria, y Profesional. Aquí se pusieron en primer plano dos expresiones sobresalientes de la nueva formación en psicología a nivel de grado: “formación generalista” y “pluralismo teórico”. Con ellas, la idea es forjar una formación de grado en la que se desplome la ilusión de la especialización –¡a nivel de grado!– en determinada escuela teórica y en su lugar advenga un pasaje por las teorías, métodos y técnicas de las diferentes líneas teóricas en psicología, de modo que el estudiante, una vez graduado, se vuelque a una determinada oferta de posgrado. Aquí se introdujeron grandes novedades para la formación que no se encontraban en el plan de estudios 1995 tales como biología humana, filosofía, una línea importante de contenidos de niñez en psicopatología y evaluación y diagnóstico psicológico, neuropatología, fundamentos psicométricos, una propuesta significativa de cuatro actividades curriculares correspondientes a las cuatro líneas teóricas más representativas de la formación del psicólogo en el país: psicoterapia sistémica, clínicas psicoanalíticas, psicoterapia cognitivo conductual y psicoterapia gestáltica; psicología social y comunitaria, psicología educacional, inglés y un seminario de trabajo integrador final que representa una instancia de acompañamiento para la elaboración de dicho trabajo que esperamos repercuta significativamente en la calidad y duración de los mismos. En la carga horaria mínima se siguieron los porcentajes establecidos por la resolución tanto para horas teóricas, prácticas como para carga horaria total, que ya el plan de estudios 1995 cubría. El porcentaje de carga horaria práctica había sido una debilidad para la carrera y en este nuevo plan se pudo resolver mediante la incorporación de un número significativo, adecuado al estándar por lo demás, para horas de práctica. En la intensidad de la formación práctica se establece cómo debe entenderse la práctica y cuáles deben ser sus números. Básicamente en adelante la hora de práctica así designada en un plan de estudios debe responder a dos tipos. Por un lado, horas prácticas que formarán parte de las asignaturas con indicadores visibles en los respectivos programas y que proporcionarán productos tangibles tales como: monografías, informes escritos, observaciones, entrevistas, encuestas, sondeos de opinión, trabajos de evaluación psicológica, estudio de casos, investigación, trabajos de campo. En adelante la hora práctica no será una reducción a una guía de preguntas y respuestas. Este tipo de prácticas buscan la adquisición de habilidades y conocimientos metodológicos y de dispositivos de evaluación e intervención psicológicos. Por otro lado, a las horas de práctica profesional supervisada (PPS), en las que se busca la vinculación del mundo académico con el mundo del trabajo, a través de la integración de los conocimientos teórico-prácticos, que garanticen el aprendizaje de los contenidos procedimentales (“saber hacer”) y de las reglas de funcionamiento profesional. En este tipo de prácticas, antes contábamos con dos practicantados, uno Menor obligatorio, y uno Mayor que ofrecía al estudiante la posibilidad de optar por una de dos modalidades correspondientes a las dos orientaciones del Plan 1995: Jurídico y Laboral; aunque también se podían realizar ambas. Esto significaba de 400 a 600 horas de Practicantado, según se hiciesen una o dos modalidades del Practicantado Mayor, lo que indicaba ya un parámetro muy superior a las 250 horas mínimas con que debe contar en adelante toda PPS. En este tipo de prácticas, las PPS, la UCSE presenta en su plan de estudios 2010 quizá su fortaleza más sobresaliente: una oferta con cinco PPS correspondientes a los cinco ámbitos de aplicación más sólidos de la disciplina psicológica: clínica, jurídica, laboral, social y comunitaria, y educacional. Destacándose la condición de actividades curriculares de carácter obligatorio para la totalidad de los estudiantes de la carrera; lo cual representa una oferta de excepción, hasta donde conocemos de los nuevos planes de estudio de carreras de psicología del país, y por ello tal vez nuestra mayor fortaleza. Los estándares para la acreditación son seis dimensiones en las que se profundiza el análisis de la realidad de la carrera y donde tenemos: contexto institucional vinculado entre otras cosas a la consistencia entre misión y visión de la Universidad en relación con la Facultad en la que la Carrera se inserta; formación y plan de estudios en donde se descompone el análisis en los elementos vistos más arriba, aludiendo a cantidad total de horas del plan de estudios con un mínimo de 3200 horas totales, 3558 en UCSE, de las cuales 2700 deben ser teóricas y 500 prácticas, que en UCSE, respectivamente son de 2730 y 560 horas. Asimismo se mencionan sistema de correlatividades, programaciones de cátedra, evaluaciones y actualización continua del plan. El cuerpo académico indica la distribución docente en relación con total de alumnos, formación de grado y posgrado, mecanismos de ingreso y permanencia, etc. En este punto es importante destacar que desde el cambio de plan, la carrera se vio enriquecida por la progresiva incorporación de docentes con títulos de especialización, magíster y doctorado que no sólo elevaron la calidad de la formación sino también el número de proyectos de investigación de la unidad académica así como de propuestas de posgrado entre las que cuenta, la única en curso a la fecha, el programa de posgrado en psicoanálisis con miras a lograr la aprobación por CONEAU de especialización en psicoanálisis. En estudiantes y graduados se mira los mecanismos de ingreso, permanencia y titulación de los estudiantes así como los mecanismos de seguimiento sobre su rendimiento y medidas de retención; mecanismos de resguardo de información de estudiantes; instancias de apoyo y orientación como las tutorías que fueron reforzadas; y mecanismos de seguimiento a graduados, en lo que también hemos encontrado una debilidad que ya comenzó a subsanarse mediante las primeras reuniones con algunos graduados de esta casa de estudios, además del proyecto de creación del centro de graduados como uno de los planes de mejora de la carrera. En personal de apoyo se analiza la suficiencia y competencia del personal necesario para sostener las diversas actividades de la carrera acorde con plantel docente, matrícula de alumnos y actividades de docencia, investigación y extensión. En esto se observa una incorporación progresiva de recursos humanos necesarios para estas actividades y un ejemplo significativo de ello es la designación de la Lic. Flavia Coronel como coordinadora de extensión de la Facultad, quien trabaja sobre el proyecto de desarrollo del área de extensión. En infraestructura, equipamiento y recursos presupuestarios se advirtió la necesidad de compras de diversa índole y un ejemplo de ello es la compra sistemática de libros para biblioteca como otro de los planes de mejora de la carrera. La implementación del plan de estudios 2010 se dio mediante un plan de transición que incorporaba grupos de estudiantes según su situación académica, la cual fue analizada caso por caso de manera personalizada, a tal o cual año del nuevo plan, y a quienes se otorgaban equivalencias según las actividades curriculares que habían aprobado y en las que se encontraban en condiciones de regularidad. Cuando mencionaba esa triple novedad para este nuevo plan intentaba antes que justificar, dar un marco de comprensión para situar los malestares que hubo entre estudiantes, padres de algunos alumnos, docentes y miembros de la gestión vinculados a los aglomeraciones de estudiantes en las puertas de la Facultad, a las esperas para dar respuesta a las demandas, a los cambios de régimen de las asignaturas, por ejemplo. No sostenemos la necedad de pensar que la implementación fue impecable o que debió serlo, insistiendo sobre la convicción en el registro de lo primario, de lo que marca un comienzo y cómo eso no puede saldarse impecablemente, si acaso algo así existe. Aunque tampoco pensaremos que no pudo haberse realizado algo mejor, todo lo contrario; y por ello mismo la experiencia acumulada se reintegró como mejoras progresivas en esta implementación en los años subsiguientes. En los días 30 y 31 de agosto del presente año tuvimos la visita de los pares evaluadores de CONEAU, segundo momento significativo del proceso de acreditación. Aquí nos encontramos con varias novedades. Por un lado, una actuación de pares no tan alineada a lo que nos describieron coordinadores de psicología en reunión del 2 de agosto en la sede del CRUP en Buenos Aires, que traslucían puntualidad, comunicación ríspida, seca y lacónica. Nos encontramos con gente más amena y con tiempo más distendidos y hasta cambios de lugar para algunas entrevistas. Se entrevistaron con autoridades de la universidad, de la carrera, con comisiones curricular y de acreditación, con docentes de todas las categorías, con estudiantes de todos los años, con personal de departamento alumnos, del DTI, de biblioteca. Analizaron documentos de diversa índole puestos a disposición en una sala preparada especialmente al efecto. Se marcharon. Lateral pero significativamente pudimos encontrarnos con resultados muy positivos, a saber, con un fortalecimiento de las relaciones con los alumnos y un acercamiento mayor al plantel docente. Las relaciones con docentes de parte de la gestión en adelante deberán estar mejor aceitadas y estrechas en cuanto que los modos de gestión deben ser revisados porque la grilla con la que en adelante se mirará el gestionar las carreras de psicología cambia. Se ajustan los controles de todas las instancias y se re-inyectan responsabilidades al docente para su programación de cátedra, para sus modalidades de enseñanza de la teoría y la práctica, de evaluación y de vinculación con la investigación y la extensión; y en la misma medida se ajusta la responsabilidad de la gestión. Consideramos que la visita de pares, además de las reuniones preparatorias al evento, ha constituido, a pesar de algunos casos, un mayor acercamiento en este sentido. El trabajo de reuniones con estudiantes de todos los años de la carrera de ambos planes de estudio significó un acercamiento de los miembros de la gestión a ellos. Dándose a conocer los lineamientos de la gestión, la perspectiva del proceso, la situación del mismo, la responsabilidad deslindada en cada actor. Allí se pudo transmitir a los estudiantes la necesidad del pasaje de la posición de queja a la posición de demanda para un perfil de estudiante crítico, adulto y responsable –que puede responder– por su situación de co-constructor de su formación en cada marcación, en cada señalamiento en el que se busque el déficit pero también la estrategia para superarlo, siempre hablando de la carrera y su oferta. En líneas generales, el sector estudiantil mostró aptitudes para un cambio de rumbo y de posición lo cual renovó el aliento en el camino del trabajo por una renovación de la carrera. Hicimos previamente mención a los planes de mejora, sin habernos detenido en ellos. Tales son los modos específicos de respuesta de la carrera a los déficits detectados en el primer momento del proceso, el informe de autoevaluación. Estas respuestas revisten programas de acción con responsables, recursos humanos y financieros, plazos y resultados previstos. En la licenciatura en psicología de la UCSE hemos definido planes de mejora para el período 2012-2014, organizados en seis semestres en los que aspiramos a resolver los déficits detectados en la autoevaluación, siendo los tópicos en cuestión tan diversos como evaluaciones de cátedra, sistema de tutorías, redes de investigación, acervo bibliográfico, relación con graduados, actividades de extensión, cartera de convenios, participación estudiantil, etc. Nos encontramos en una situación excepcional, por coyuntura histórica y por posibilidades desde marco normativo, de recreación de la carrera de psicología en el país y en la provincia. Ante ello asumimos con la mayor responsabilidad el desafío de esta colaboración que solamente puede ser conjunta, múltiple, democrática y participativa de los diversos sectores que componen la realidad de la carrera. Estamos muy entusiasmados, por juventud y por posibilidad histórica, en aportar a una nueva carrera de licenciatura en psicología de la UCSE, tirando todos para el mismo lado de mejora de la calidad de la formación del licenciado en psicología de la UCSE. |