Por Ernesto Picco |
Docente Ucse – Conciet-Unse – ernesto_picco20@hotmail.com |
El 7 de diciembre está a la vuelta de la esquina, y más allá de los conflictos que seguramente se profundizarán a partir de esa fecha en Buenos Aires entre el Gobierno y el Grupo Clarín, es importante ver qué ocurrirá con los medios y la comunicación en Santiago. El 7D marcaba el límite para la propuesta de adecuación de los grupos empresarios que excedieran en sus propiedades lo permitido por la ley. En Santiago, el Grupo Ick es el único que debe adecuarse, y recientemente ha presentado su plan que se evidencia como un reordenamiento accionario. Pero la aplicación de la Ley no termina con la adecuación de los grupos mediáticos a la norma, sino que más bien empieza con ella. Esto es lo que se está tratando de plantear desde el Foro Santiagueño por una Comunicación Democrática, que se ha conformado recientemente en la provincia con la participación de distintas instituciones y organizaciones del medio, y que han instalado una agenda de temas a atender en relación a la aplicación y vigencia integral de la ley. Analizar estos dos temas por separado nos dará una perspectiva del escenario actual.
Cómo repartirá sus acciones el Grupo Ick
La propuesta que el Grupo Ick presentó a Afsca para adaptarse a la norma se presenta como un reacomodamiento de las cartas hacia el propio interior del grupo. Recordemos: según el Informe de Motivos de Adecuación publicado por Afscadifundido en noviembre, el holding santiagueño presentaba incompatibilidades por: a) ser propietario de medios y de una empresa de servicios públicos (Edese) y b) ser propietario de un canal de televisión (Canal 7) y de acciones en una empresa de Cable (TIC). El 2 de diciembre, Telam publicó un comunicado en el que se ofrecen detalles sobre los planes de adecuación propuestos por cada uno de los grupos contemplados en el informe de Afsca, entre los que, además del Grupo Ick, se cuentan Vila-Manzano, Indalo, La Capital y Radiovisión Jujuy. Sobre el grupo santiagueño, se señala: “Néstor Ick -su principal accionista- ‘reduciría su participación accionaria en la empresa de energía local a un porcentaje menor al 10%, tal como establece la ley, y transfiere su participación en la licencia de cable que opera en la ciudad de Santiago del Estero, quedando con el control de la licencia de CASTV, canal 7, y una licencia de radio en la misma ciudad’”.El comunicado continúa: “La participación en el cable (compartida con Supercanal) será transferida. Gustavo Ick se haría cargo del control mayoritario en la empresa de energía dejando su participación en las licencias de servicios audiovisuales”.Así las cosas, si Afsca aprueba la propuesta, la familia Ick dejará de tener acciones en TIC, aunque seguirá controlando Edese y la televisión por aire. De cualquier manera, este primer paso no garantiza la desconcentración del poder mediático y discursivo en la provincia, ya que la Ley no norma la propiedad de la prensa gráfica (El Liberal sigue siendo el principal articulador del holding mediático y principal instalador de agenda) y que, por otra parte, no existen otros actores visibles que ofrezcan discursos alternativos. El Grupo Cantos, por ejemplo, sostiene en la actualidad – a diferencia de lo que hizo en otros contextos – una agenda periodística y un discurso similares al de El Liberal y el Grupo Ick.
El Foro Santiagueño por una Comunicación Democrática
Otro suceso relevante en torno a la aplicación de la Ley ha sido la conformación delForo Santiagueño por una Comunicación Democrática, un espacio apoyado por la delegación local de Afsca, en el que convergen distintas organizaciones e instituciones de la provincia que han coincidido en la necesidad de difundir lo que ocurre con la Ley de Medios y su aplicación en el ámbito local. El mensaje principal que intenta plantear el Foro es que la vigencia de la norma no termina con la adecuación del Grupo Ick al artículo 161, si no que este es más bien el punto de partida. Desde el Foro se ha difundido públicamente un manifiesto que cuenta con seis puntos de acción que se mantendrán luego del 7D, que se han marcado como necesarios para la “democratización de la comunicación en Santiago”. Estos puntos pueden sintetizarse en: 1) garantizar la aplicación integral de la Ley de Medios en la Provinica, 2) asegurar la cuota de pantalla y en las radios de las producciones locales e independientes; 3) alentar la aparición de nuevos medios, especialmente ayudando a promover el despegue de los canales de aire de la Universidad Nacional y la Universidad Católica; 4) Buscar formas de financiamiento diversificado para los medios locales; 5) fortalecer el Nodo de Producción Audiovisual de la Unse como ámbito de capacitación; y 6) garantizar el trabajo en blanco y con salario digno de los trabajadores de los medios locales. Este manifiesto cuenta con la adhesión de numerosas instituciones locales del ámbito político, educativo y de la comunicación, entre las que se cuentan la Ucse, la Unse, Unidos y Organizados, el Círculo de la Prensa, el Nodo Santiago del Estero de Producción Audiovisual, Unse Tevé, Incupo, el Mocase, Madres Unidas del Pacará, la Asociación Civil El Ceibal, el Instituto Espacio por la Memoria, la Secretaria General de APDH La Plata, la Mesa Provincial de Tierras Santiago del Estero, entre otras organizaciones vecinales y sociales. Desde el Foro se han puesto en marcha una serie de actividades entre las que se cuentan charlas para difundir la ley de medios, relevamientos sobre los medios locales, y un programa en Radio Nacional para discutir el tema en los medios de comunicación.
La premisa no es restar voces, sino sumar las que no se escuchan
Una vez que el Grupo Ick pase el proceso de adecuación, más allá de que de esto puedan hacerse lecturas alentadoras sobre su respeto a la norma, nadie podrá decir el 7D que en Santiago se ha cumplido por fin con la Ley de Medios. Si Afsca aprueba esta propuesta de adecuación – que tampoco cambia sustancialmente el equilibrio de poderes y visibilidades en la provincia – se habrá dado un primer paso en un camino que es mucho más largo y requiere de esfuerzo y madurez. Tal como está claro en el espíritu de la Ley de Medios, el camino hacia la pluralización de las voces y los discursos no se emprende mediante el desmantelamiento de los grupos existentes, sino a partir de la creación y el fortalecimiento de nuevos espacios y medios de comunicación, sin que exista la tentación de los más poderosos de impedir o limitar el nacimiento y crecimiento de los nuevos emprendimientos, cuales quiera que sean. No es este un comentario antojadizo, sino la observación de una tendencia que se registra en la historia santiagueña: en los 90 las radios AM impidieron que las FM pudieran vender publicidad; el Nuevo Diario, en sus comienzos, no tuvo acceso durante largo tiempo a la publicidad oficial a la que sólo accedía El Liberal; en los 2000 Cable Express debió sufrir atentados contra sus postes de cableado y Canal Estudio 3 de la Ucse todavía no ha podido desarrollarse y crecer debido a diversos impedimentos externos. La adecuación a la Ley de Medios es, antes que una adecuación accionaria, una adecuación mental. Es un cambio de paradigmas que marca también un cambio de época en el que los todos los santiagueños deberemos entender que ha llegado el momento de vivir en una provincia con un poder mediático menos concentrado, en la que pueda visibilizarse la diversidad de ideas, la pluralidad y el respeto por las voces de todos.